Al menos 35 policías mueren en un tiroteo con insurgentes islamistas en Egipto

Es la primera vez que las fuerzas de seguridad padecen un número tan elevado de bajas a manos de un grupo terrorista fuera de la península del Sinaí

Ricard González
Túnez, El País
Las fuerzas de seguridad egipcias sufrieron este viernes un nuevo zarpazo a manos de la insurgencia de inspiración islamista que azota el país desde el verano del 2013. Según fuentes de Interior citadas por la agencia Reuters, hasta 35 agentes murieron en el desierto de Baharía en el transcurso de una operación antiterrorista. Asimismo, también habrían fallecido varios militantes, si bien hasta ahora no existe una balance oficial de víctimas. Baharía, situado a más de 350 kilómetros al sureste de El Cairo, es una zona de tránsito por parte de traficantes de armas que entran ilegalmente en el país desde el polvorín libio. Sin embargo, hasta ahora no había sido escenario de una batalla de tal envergadura.


Según el Ministerio del Interior, un escuadrón de la policía pretendía irrumpir en un escondite terrorista en una zona montañosa cuando los militantes abrieron fuego, iniciándose un tiroteo que se prolongó durante varias horas, hasta bien entrada la noche. De hecho, los agentes desplegados tuvieron que pedir refuerzos tanto por tierra como por aire para poner fin al ataque.

De acuerdo con la versión ofrecida por los medios locales, la policía creía que en el escondite se hallaban miembros del Movimiento Brazos Armados-Hasm, un grupo que empezó sus acciones armadas en verano de 2016, y que se considera formado por disidentes de los Hermanos Musulmanes. Este movimiento islamista, que gobernó Egipto un año, fue ilegalizado en diciembre del 2013 al ser considerado una banda terrorista. Sin embargo, en sus discursos, sus líderes aseguran que abogan por la lucha no violenta para oponerse al régimen del mariscal Abdelfatá al Sisi. Algunos expertos sostienen que, en desacuerdo con la política oficial del movimiento islamista, algunos de sus miembros más jóvenes habrían decidido formar varios grupos terroristas, entre ellos Hasm.

Esta es la primera vez que las fuerzas de seguridad padecen un número tan elevado de bajas a manos de un grupo terrorista fuera de la península del Sinaí, el feudo de Wilaya Sina, la filial egipcia del autodenominado Estado Islámico. Este es el grupo armado más potente de los que operan en Egipto, y ha conseguido convertir la remota península en una auténtica zona de guerra. El hecho de que otro grupo, como Hasm, haya conseguido infligir un golpe tan severo a las fuerzas de seguridad es toda una muestra del fracaso de la política de tierra quemada de Al Sisi, que durante la campaña electoral de 2014 prometió neutralizar rápidamente la insurgencia surgida tras su golpe de Estado contra el presidente islamista Mohamed Morsi.

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